Aquel centrocampista al que desde niño ya le habían advertido que si pretendía ser alguien debía ser regular se había convertido en un jugador infalible, sobre todo en las zonas determinantes. «Sabemos que Cristiano Ronaldo es el jugador más peligroso, pero creemos tener el antídoto para controlarlo, veremos si sirve», anunció el centrocampista Lovrencsics. También tiene ya a tiro el hito de ser el jugador que más veces ha defendido la camiseta de su selección. El futbolista blanco ha anotado esta temporada 14 goles con el Real Madrid y dos con su selección. Su casa es un minimalista cubo en blanco impoluto con terraza incorporada, desde la que, más de una vez, se ha visto a Ronaldo y a Irina tomando el sol. El huerto sigue; la casa no. Ahora, no es más que un solar pegado a un huerto que hacía las veces de improvisado campo de fútbol. Y Pedro Sánchez, el Presidente del Gobierno, hacía lo propio con Luis Rubiales, el máximo mandatario de la Federación Española de Fútbol.
El dilatado presidente de Madeira (en el poder desde 1978), Alberto Joao Jardim, se cansó de que propios y extraños llegaran, cámara en mano, a la calle Quinta do Falçao para inmortalizar la casa. La última vez que CR7 fue al club de billar Quinta Falçao pidió agua. La siguiente parada en esta ruta cristiana está en el salón de billares Quinta Falçao. El NYT se refería a la Ley Mordaza, que ya se está cobrando sus primeras multas. Hay otra disimilitud: la camiseta de Messi del top manta te aguanta una lavadora antes que te destiña como el anuncio del detergente del payaso de Micolor. El público coreaba su nombre y desplegaba pancartas en las que le calificaban como el «mejor jugador del mundo». Cuando Joseph Blatter se burló de él, en aquella parodia robótica en Oxford, destapó un huracán de goles que le llevó hasta el Balón de Oro de 2014. Ese año ni el mal papel con Portugal en el Campeonato del Mundo (eliminados en la primera fase), le castigó en la pugna por su preciado galardón. Palabra del gasolinero de la esquina.
La FIFA salió en defensa del árbitro Mark Geiger y rechazó que el colegiado le pidiera la camiseta al futbolista Pepe en el descanso del duelo entre Portugal y Marruecos. El futbolista marroquí Nordin Amrabat indicó tras la derrota por 1-0 de su selección que el defensor portugués Pepe le dijo que Geiger le había pedido la camiseta. El apretadísimo Grupo F tiene en vilo a la selección portuguesa, amenazada de un estrepitoso patinazo. En el paseo matutino de la selección portuguesa, Cristiano ha protagonizado un desagradable incidente con un periodista portugués de Correio da Manhã. Y Éder, un futbolista palillo y no demasiado ducho, ahora en paro, marcó en la prórroga el gol que concedía a Portugal su primera Eurocopa, el mayor éxito de la historia de la selección. Esta es la historia de la camiseta, vendida a 90 euracos, de Francisco Franco, el caudillo, en el verano de la España tórrida de 2015 (nada de ese frente fresco que viene del Norte, como en el viejo chiste antifranquista). De nuevo, Portugal como amuleto de camino al tercer europeo en la historia de La Roja.
En la séptima planta de El Corte Inglés de la plaza Catalunya hay una zona, no desmesuradamente grande, donde venden camisetas oficiales de selecciones del Mundial, equipos de primer nivel europeo y de los dos mejores futbolistas del mundo, Leo Messi y Cristiano Ronaldo. Entre los jugadores a los que sigue, Cristiano mantiene a todos sus compañeros del Real Madrid: Sergio Ramos, Luka Modric, Gareth Bale, Toni Kroos, Varane, Carvajal, Asensio, Casemiro, Benzema y Keylor Navas entre otros. Y sorprende, sobre todo viendo a los otros dos miembros de la familia: un BMW y un Mercedes. No fue el caso, aunque más de uno lo apoyaría viendo la aureola de héroe que le sale a Cristiano cuando hablan de él en Madeira. Si hay un futbolista capaz de licuar toda la presión y las mofas en furia, es él. El portugués, de nombre Nuno Silva, no sabía explicar por qué se había metido en camisa de once varas en su presentación como futbolista de un club español de Segunda. Puede existir un debate tan amplio como se desee sobre quién es el mejor futbolista de la historia, discusión en la que por supuesto cabe Cristiano Ronaldo. El atasco ante el gol lo personifica Cristiano Ronaldo, el mejor artillero del planeta, seco de repente.
Futre, la leyenda que también hizo de mentor, le advirtió desde el principio acerca de los baches del camino. Con la imagen de Franco, Stefen hizo (diseño y fabricación 100% portuguesa) 250 camisetas de algodón en un único modelo que vendió en varias tiendas en Portugal a 90 euros. Y cree Stefen también que muchos de sus sus clientes, lejos de motivaciones ideológicas, quizás pudieron fijarse más en la chica semi desnuda que aparece al lado de Franco que en el gallego. ». Es la chulesca respuesta que da uno de los tres chavales que recorren la cancha instalada al lado del solar. No es raro verla junto al resto del clan (María Dolores, la madre; Elma y su otro hermano, Hugo) en la casa del futbolista, en el barrio de San Gonzalo, tranquilo y con espléndidas vistas a la bahía. «Sus entrenadores de entonces ya decían de él que era muy superior al resto. En el club rojiblanco todos tienen calma y mucha confianza en él. Parte de culpa la tienen los fondos de la Unión Europea invertidos en él.
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