El combinado logró ser subcampeón del Mundo en la Copa Mundial de 2008 perdiendo la final frente a la intratable Brasil. Así, la selección inglesa realizaría una gira por el continente europeo para disputar sus primeros partidos frente a selecciones no británicas. También empezó a sobresalir la moda estadounidense, basada en una potente industria que ya desde finales del siglo XIX se había ido abriendo camino en el sector de forma segura.