Debido al excesivo número de extracomunitarios, Valdano debía descartar a un jugador en verano, y era Claudio López quien tenía todas las papeletas al no ajustarse al tipo de juego que deseaba el técnico argentino. Tras una nefasta temporada, el técnico Jorge Valdano pidió a Paco Roig en el verano de 1997 una casi total renovación del vestuario, y así fue.