Hacia 1993 empezaron a circular rumores sobre su posible desguace y allí la opinión pública se pronunció pidiendo su conservación, no solo por su valor histórico y social, sino también por su valor simbólico y monumental para el barrio de La Boca y para toda la Ciudad. Ahora, el portero debe saber jugar con los pies, ya sea para hacer circular la pelota, ayudar a su equipo a cambiar el frente de ataque o despejar de primeras un pase arriesgado.