Termina en el sexto lugar, cuando es derrotado por la máquina húngara 4-2. Empezaba a aparecer un esbozo de una selección que haría historia en siguiente mundial. Brasil acude nuevamente a una copa del mundo, teniendo como atractivo la utilización del uniforme que sería famoso posteriormente: verde amarillo. Sin embargo, mientras que la camiseta puede ser un punto de consistencia, los pantalones cortos han alternado entre blanco, verde y, más recientemente, rojo oscuro, dependiendo del torneo.