Posteriormente debutaría en el segundo partido contra la Alemania en la fase de grupos, el 22 de junio en el empate 1-1 ingresando al 81′ por Eduardo Vargas. Para el segundo uniforme se produce una alternancia en los colores de camiseta y pantalón. La amplitud de la falda se conseguía con enaguas armadas con crin, hasta que en 1856 surgió la crinolina, una nueva versión del miriñaque, formada por aros de acero forrados de tela, sujetos a la cintura con cintas.