Los hay que tienen evidente querencia por sonidos “metaleros”, mientras otros tienden a la cosa humorística y chistosa (reenlazando con la vieja tendencia paródica de ciertas bandas de mediados de los setenta). Junto con otros grupos artísticos (músicos, pintores, etc.) organizan actuaciones en las que, con collages musicales creados por Julián y Enrique de fondo, Rompente recita poesía algo subversiva, con los escenarios pintados por Antón Patiño y Menchu Lamas.