El 0 a 0 persistió hasta el minuto 52, cuando el guardameta Caballero cometió un grosero error al sacar el balón de su área, ya que al intentar despejarlo, el mismo rebotó a unos escasos centímetros de Rebic, que tomó ventaja de la situación y anotó el primer tanto del juego con una volea de gran precisión. En el Imperio otomano, la expansión territorial y el comercio proporcionaron una gran riqueza, que se reflejó en el vestir.