Bankia con una quita, con sus propiedades y fortuna como avales, con un plan para terminar las obras del futuro estadio, haciéndose con el poder accionarial e invirtiendo en la continuidad del proyecto GloVal que arrancó en verano de 2013. De este modo, aunque Salvo confiaba en la refinanciación de la deuda, mostraba públicamente la oferta de este fuerte inversor que llegó al club interesado en la compra, forzando así a Bankia a presentar una oferta mejor si quería vender el club a otro inversor.