En sucesivas escaramuzas fueron muriendo sus hombres: Jesús Suárez Gayol, Jorge Vázquez Viaña (Loro), a quien dieron por desaparecido, y Eliseo Reyes, que lo acompañaba desde Sierra Maestra. La sabiduría y la templanza de del Bosque tendrá mucho que ver con ello. Frente a razones retóricas como las expuestas por Valdano u otras cerriles o acríticas o sencillamente simplonas y anodinas, del Bosque argumentaba que la falta de una auténtica conciencia nacional alimentaba la calidad y la adhesión a los distintos clubs de las distintas ciudades, provincias o regiones, mientras lastraba a la selección, ayuna, muy posiblemente, de una verdadera voluntad colectiva.