La autora cuenta sus vivencias con sus hijos adolescentes, lo que incluye si compran camisetas o comen lentejas. No abrazaron como si nos conocieran de toda la vida y nos hicieron un corro bailando a nuestro alrededor, camiseta de qatar pero esto no debió sentarle muy bien al resto de los que estaban viendo como Iker recogía la copa porque de pronto cayó junto a nosotros una de las sillas de plastico (no sé si el enfadado fue un holandés o un lituano) que había salido volando desde el fondo de la multitud.