Desde el siglo XII aumentó el uso de la seda, así como del algodón, que tenía su principal centro de producción en Italia. Estas medidas fueron tomadas para aportar una mayor igualdad en la competición, debido a la gran diferencia existente entre los equipos, propiciado por la llegada de la profesionalización de fútbol (sobre todo a Europa), que marcaba una gran diferencia respecto a otros conjuntos. Estos años vieron el retorno del glamour, más sensual y sofisticado, protagonizado por una serie de diseñadores italianos como Gianni Versace, Roberto Cavalli y Dolce & Gabbana (tándem formado por Domenico Dolce y Stefano Gabbana).