Dentro, continúa el estilo loft, comandado por esa monumental tele de plasma del suelo al techo en el que María Dolores disfruta de los partidos de su vástago. Sólo los franceses Michel Platini (nueve en 1984) y Antoine Griezmann (seis en 2016) han marcado más goles en una Eurocopa que Cristiano en sus tres primeros partidos de esta edición. La fiable Rusia de Fabio Capello lidera el grupo con pleno de victorias (cuatro en cuatro partidos) y el segundo puesto lo ocupa Israel, empata a siete puntos con los portugueses. Un grupo de mujeres ve la tele fuera, bajo un toldo verde. El apretadísimo Grupo F tiene en vilo a la selección portuguesa, amenazada de un estrepitoso patinazo. Junto a Alemania y Francia como cocos del grupo. No falta la camiseta (del Manchester) firmada, justo al lado de la del club Marítimo, en el que jugó Joel Santos, dueño del bar y ex adversario de CR7 cuando éste estaba en el Sporting.
Lo que no entiendo es coger colores casi por azar, sin relación alguna con el club o la ciudad. No hay futbolista en esta Eurocopa que haya jugado más que él esta temporada. Si hay un futbolista capaz de licuar toda la presión y las mofas en furia, es él. Stefen supone que el futbolista luso compraría la camiseta en el Centro Comercial Colombo, el único sitio en Lisboa donde se pueden adquirir las prendas que diseña y que tienen un público, muchas veces dentro del medio artístico o televisivo, que busca una estética diferente. Stefen se quedó la que luce para la foto, que acaba de rescatar entre las cajas de aquella colección de 2013. ¿ Esto es todo. Permaneced atentos, porque como os he dicho antes, iré actualizando sobre esta entrada las novedades que se presenten. Escribía el New York Times en un editorial «España vuelve a los tiempos de Franco» y en esto aparece un portugués a la contra en Jaén.
Y cree Stefen también que muchos de sus sus clientes, lejos de motivaciones ideológicas, quizás pudieron fijarse más en la chica semi desnuda que aparece al lado de Franco que en el gallego. Con la imagen de Franco, Stefen hizo (diseño y fabricación 100% portuguesa) 250 camisetas de algodón en un único modelo que vendió en varias tiendas en Portugal a 90 euros. Si fue por la foto de Franco o por la réplica de Adriana Lima (incluso lleva su misma ropa interior), lo cierto es que las 250 camisetas se agotaron enseguida. Hasta esta semana, era más o menos un diseñador desconocido, aunque lleva trabajando en la moda más de 20 años. Y de que el barrio nada tiene que ver con el de hace 20 años. A la contra. Que si sí, que si no. Sí, lo vio crecer. No se esperaba Cristiano esa decisión fulminante de Felix Brych a expensas de la información del juez de área, fruto de la impunidad que le ha acompañado en sus años en el Real Madrid.
Por esa zona noble andaba también el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, que hacía apenas dos semanas que había pisado por allí para el acto de entrega de la Liga a su Atlético. Pero el historial de Cristiano no termina allí. «Me quedé allí sufriendo solo. La Roja sufrió, pero aquel triunfo en Ciudad del Cabo por la mínima sirvió a los chicos de Vicente del Bosque para empezar a creer en que podían ganar el Mundial. Riesgo y esperanza, porque si las cosas le van bien a Cristiano y su gente podrían incluso entrar en octavos como líderes, privilegio que les daría el triunfo ante el cuadro magiar. Ocurrieron algunas cosas sorprendentes. También ayer, El Confidencial ha sacado una noticia en la que se asegura que el club madridista había llamado a los medios de comunicación (o a varios de ellos) para que no se saque a Cristiano con la camiseta blanca. Stefen está convencido de que el chico dice la verdad cuando asegura que no sabía a quién llevaba. Dice Stefen que lo hizo «casi sin pensar», «sin ningún contenido ideológico».
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